Así ha sido la reaparición de Beatrice y Pierre Casiraghi en el Baile de la Rosa
Un año más se ha celebrado en Mónaco el Baile de la Rosa. Un ritual que da comienzo cada primavera en la Costa Azul y que reúne a miembros de la jet set internacional, entre los que se encuentran aristócratas, financieros, modelos . Con este evento se le hace un homenaje a la princesa Gracia y además, se recaudan fondos para su Fundación . La elegancia y la sofisticación son protagonistas indiscutibles en este día y ha sido aquí, cuando una vez más, Carolina de Mónaco ha posado junto a sus hijos, Carlota Casiraghi y Pierre Casiraghi. Este último estaba acompañado de su mujer, siendo esta la primera vez que aparecen en un acto público después de convertirse en padres de su bebé. Este posado se completaba con el diseñador Karl Lagerfeld.
La pareja estuvo muy acaramelada durante la fiesta /Gtres
Pierre y su esposa, Beatrice Borromeo, se mostraron muy acaramelados durante toda la velada. Su primer hijo nació el pasado 28 de febrero, al que por cierto, llamaron Stefano en homenaje al fallecido padre de Pierre. Ambos están radiantes y tanto en el posado familiar como en la fiesta posterior, se dedicaron miradas cómplices y muestras de cariño. Beatrice, periodista italiana, escogió para esa noche un vestido vaporoso azul con pedrería y transparencias en el escote.
Karl Lagerfeld se ha convertido en el centro de atención junto a la princesa Carolina, ya que él ha sido el director artístico que se ha encargado de transformar el Sporting Club en el pabellón de Austria en la Exposición del Werkbund de Colonia en 1914. Decorado con formas geométricas, manteles que aparentemente estaban pintados a mano, o juegos de luces dieron un giro especial a esta noche tan emblemática. Algo que se multiplicaba con los bordados y la fantasía de los vestidos de las dos mujeres que acapararon todas las miradas, Carlota y Carolina.
La hija de Grace Kelly arriesgó ,lucía un vestido de Chanel de Alta Costura. El color hueso y los detalles negros equilibraban este traje repleto de volantes de tul en la falda y en las mangas. En él, se incluían collares y pendientes finos que le ayudaban a brillar ,aún más, si cabe. Carlota no arriesgó tanto, su vestido era más clásico: negro con detalles florales y únicamente, aportó un detalle más actual, un sólo pendiente de líneas rectas. El único ausente al Baile de la Rosa fue el príncipe Alberto II, hermano de Carolina, quien no actuó de anfitrión junto a ella como hizo el año pasado.